Creo que estoy obsesionado con Granjero Busca Esposa. Me pasó con la temporada 1 y 2. Estoy ansioso porque llegue el Domingo y cuando lo veo siempre se me hace corto. Creo ver a sus protagonistas en el Metro, en el trabajo, en todas partes. Como en temporadas anteriores estoy ante un clarísimo enganche de libro aunque esta vez hay algo distinto, algo que me aterra: últimamente no sé si el programa me parece corto por su ritmo frenético, titulares únicos y personajes singulares o porque termina y noto que le falta algo. No quiero ponerme nostálgico y empezar en plan abuelo batallitas a rememorar tiempos mejores pero el programa de ayer fue un poco rollo. No pasa nada, es sólo una señal de alarma de un fan chalado. Granjero Busca Esposa avanza a ritmo escatológico, ¡cuánta mierda y más mierda vimos ayer! y sigue siendo el programa más grande del momento, lo más parecido a orgasmos históricos como Confianza Ciega o Mujeres Ricas. Sigue convirtiendo al insulso Domingo en el mejor día de la semana y hace que afrontemos la dura vida laboral con mejor humor y entusiasmo. ¡Por los Vitis, por Escur, por Aitor y Ana, por Granjero Busca Esposa!, ¡esto no se ha acabado! Comentemos pues el escatológico episodio de ayer:
Antonio el básico.
Pasan los días y la vida en Córdoba se vuelve gris e incómoda de observar. Cuando sale la granja de Antonio en mi casa hace un calor empalagoso. Antonio es un básico, es incapaz de mantener una conversación humana con una mujer y por eso no podemos pedirle más. Se mostró muy torpe pidiendo la cita con Guaci, re-torpe charlando en la cita y megatorpe hablando mal de Raquel delante de Guacira que por cierto, es majísima y pone cara de asco cada vez que su pretendiente abre la bocaza. Mientras tanto en la granja se dedican a limpiar toneladas de heces, a competir en Olimpiadas campestres y a aburrirnos hasta el infinito. Raquel llora y no se lo merece, Guacimora la consuela y el mentecato de Antonio flirtea torpemente pidiendo a las chicas que besen a un burro para decir luego que si no quieren besar al burro que le besen a él. Sus reflejos prehistóricos me ponen de mal humor, no lo puedo evitar. Parece mentira que su cabeza no pueda articular otras estratagemas más coherentes. No quería despedirme de Antonio sin destacar su estampa comiendo spaguettis. La música de película de tensión, los primeros planos de Antonio tragando y absorbiendo ansiosamente, el silencio incómodo de los comensales y las maneras de jabalí del antipático protagonista fueron un verdadero asco, un complemento perfecto a la orgía de mierda y truños de la granja. Sólo espero que la tímida salidorra vuelva a la granja y enamore al jabalí cordobés porque si no nos vamos a aburrir como ostras. Pasopalabra.
Resort Priscilio ****
La granja de Priscilio no es una granja. Está ordenada, limpia como una patena, repleta de celestiales corderitos que estoy seguro que ni cagan, habitada por gatos blancos de anuncio y coronada por una piscina limpia donde sucede el 50% de la acción de la granja. Priscilio vive bien, charla con sus chicas y las trata como seres humanos, con sensibilidad y respeto. Ellas por su parte han cogido confianza y ningunean al albaceteño sin complejos. Además han empezado a concursar, que ya tocaba y tienen claro que sólo puede quedar una. Bravo por Inma, la vieja conocida de otros programas de Cuatro, porque no se le olvida que está en un concurso y ya ha dicho que Priscilio será suyo. Por cierto y no quiero polemizar más sobre este asunto pero Priscilio corre como una niña. Buenísimo el público observador y cotillísima del Pub Plaza 33.
Sarro y Pedro.
No contentos con dedicarnos un monográfico de heces de hora y media los guionistas del programa dedicaron la sección de Pedro íntegramente a su negativa a limpiarse los piños. El debate del sarro ya huele, queremos pasar página y ver a nuestro héroe disertando sobre cualquier otro tema, soltándose, hablando con las hembras, con sus 6 colegas, charlando de su vida, de Westmister, de lo que sea… Ahora que ya se ha lavado los dientes, sublime la frase “qué manía de tocarle los cojones a los dientes y las encías con el cepillo” esperamos con los brazos abiertos al Pedro de siempre. Ayer dejó dos perlas que mantienen viva mi admiración por él, primero la narración de su viaje a Londres y su fijación por Westmister (buenísimo, parecía Luis Ciges en “Amanece que no es poco”) y segundo una de las frases más apocalípticas y gráficas que jamás escuché en un programa de televisión: “prefiero tener almorranas a ir de compras con mujeres”. ¡Toma ya! Gráfico y tajante hasta el infinito y más allá. Mientras sigue el debate de si Pedro es un impostor o un indie infiltrado yo sigo venerándolo y pensando que es de lo mejor del programa. Desde aquí recomiendo su página web sobre consejos rurales, un homenaje fenómeno al Paint Brush con una sección de dichos granjeros elaborada por Pedro que no se deberían perder, visitenla aquí.
La inminente explosión Ramoniana.
Ramón está hasta el badajo del programa, la granja, la azafata enrollada que luego es una zorra y encima pasa tres pueblos de Cheli que es ultramaja. La cosa está que arde. Está desencajado y cuando le entrevistan suda como un pollo a l´ast. Esto acaba como el rosario de la Aurora. Lo que más me gustó fueron 1. los monos de trabajo verdes galácticos, especialmente como le quedaba a Cheli el suyo y 2. El look de Ramón con esos calcentines a rombos a juego con los pantalones de montar. Asistiremos con palomitas y un buen gin-tonic a la implosión de la granja de Lleida.
Alba y el amor de los gemelos.
Para mí que Alba o su madre se equivocaron al inscribirse en el programa, tenían en mente Gran Hermano o Hombres Mujeres y Viceversa y su CV cayó en Granjero. Yo bendigo esa equivocación ya que claramente la joven se está convirtiendo en una estrella, estrellada pero estrella. Es una maravilla que una tipa que le pinta las uñas a su perro y se lo lleva de compras haya caído en una granja. Alba es una adolescente prototípica en la edad del pavo y no puedo más que rendirme a su verborrea salvaje y sus reacciones contranaturales, Alba es una auténtica Ni-Ni. Sus comentarios siguen siendo apocalípticos y son intachables, locos y entretenidos. Su negativa a enfrentarse a más mierda la ha apartado de la casa, le ha provocado una gastrointeritis de caballo (nunca mejor dicho) y desgraciadamente ha dejado pista libre al amor de Marta y Sergio. Si su objetivo era saltar a otros programas va por buen camino y yo la apoyo.
De las imágenes de ayer destaco claramente el primer plano del orto de la vaca soltando con la suavidad de una manga pastelera un truño de por lo menos 6 kilos. Mientras tanto y ajenos a la sobredosis de mierda Sergio, que es un chaval bien majo y Marta tontean y se gustan. Ambos guardan un parecido físico innegable, para mí que son hermanos de padre o madre distintas y los han metido en la Granja para que se encuentren, es otro golpe de efecto de los guionistas. Bueno, es una teoría pero molaría un rato.
La Psycho-Granja burgalesa.
Los astros se conjuran. Los que aplaudíamos las maneras radicales y el temple bipolar de nuestra amiga Silvia asistimos emocionados a la transformación de su contrincante Safita en un ogro peligroso. Se han declarado la guerra abierta y han decidido matar por su premio. Muy emocionante. A Silvia le molesta Safita y también Julián, Safita enseña sus cartas de seducción calentando descaradamente (y vergonzosamente) a Julián y se respira un odio visceral cuando las dos comparten plano. Bestial. Esperaremos ansiosos a que se tiren de los pelos y se sucedan los mamporros. No quería despedirme de la granja más tensa y entretenida sin destacar dos frases impecables de nuestra bipolar favorita, título seriamente amenazado por la irrupción de Psycho-Safita:
1. “Si en este país importamos pelanduscas de todas las naciones es porque hay hombres que las mantienen” En referencia a su contrincante de aspecto israelita pero de origen desconocido y un clásico ramalazo racista granjero que ya oímos en otras ediciones dirigido a otras extranjeras como Josefina o la recordada Talita.
2. Cuando Silvia le pregunta a Julián para qué se levanta a las 4:00 am cuando sale a trabajar a las 6:00 am “¿y para qué te levantas a esa hora? ¿para plancharte el pelo?, ¿para depilarte los huevos?, y todas esas cosas normales…” Fabuloso.
Silvia, Safita y Julián están aportando emoción simpar a esta edición y eso lo agradezco eternamente.
Pues eso, que la cosa avanza a ritmo escatológico mientras yo me pregunto: ¿Por qué no se detienen más en cada granja? ¿Por qué a las chicas les importa tres cojones las citas de sus contrincantes? ¿Por qué los padres y madres y abuelos y abuelas han desaparecido del concurso? ¿volverán las expulsadas al concurso? ¿Entrarán la tímida caliente o la sudamericana porno para animar el cotarro? Estoy seguro de que los responsables del programa se guardan muchos ases en la manga, o eso espero.
¡¡God save Granjero Busca Esposa!!
Canción preferida de ayer:
Karen O "All is love"
Lectura recomendada:
Resumen Granjero Busca Esposa 3: episodio 0.
Resumen Granjero Busca Esposa 3: Episodio 1.
Resumen Granjero Busca Esposa 3: Episodio 2.
Vuelve a ver el programa de ayer aquí
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