martes, 6 de marzo de 2012

¿Quién quiere casarse con mi hijo? MEGAHIT.
Tratado sobre los episodios 4, 5 y 6.



El otro día un buen amigo me preguntó en serio si Cuatro me pagaba por escribir de sus programas. Se mostraba sorprendido por el entusiasmo y la exactitud con la que relataba los programas y no podía entender que tales disecciones y tantas líneas gastadas en “Granjero Busca Esposa” o “¿Quién quiere…? fueran fruto de mi fanatismo. Pues bien, la respuesta es no. No me pagan. Mi dedicación es efectivamente fruto de mi fanatismo. Me declaro fan a ultranza de QQCCMH, también de lo que algunos de vosotros llamáis telebasura. Un término que para mi, tras la llegada en masa de los realities extremos como este, se ha convertido en televisión nutritiva, en calidad catódica y entretenimiento en estado puro.    
Ayer volví a pensar que estamos ante un show que huele a clásico, un clasicazo de la televisión. De esos que  añoraremos pasados los años, de esos que recordaremos los nombres de los protagonistas para siempre,  mi fanatismo reconozco, es absoluto. La existencia de este show de alguna manera ha mejorado mi calendario existencial, no sé si me entienden, ha hecho que espere los Lunes con pasión, que agarre mi jornada laboral con ganas locas. Ayer el programa volvió a galopar (no sé como tenéis tiempo algunos de estar twitteando todo el rato), hubo momentos tronchantes, declaraciones que me dejaron sin oxígeno. Ayer, por fin, fue imposible apartar la mirada de la pantalla.  
Con el deseo de que Quien Quiere Casarse con mi hijo tenga por lo menos la mitad de ediciones que Gran Hermano les doy paso a mi tratado sobre los episodios 4, 5 y 6, la antesala al episodio u episodios (Dios lo quiera) finales. El fin de un programa maestro que recordaremos como recordamos, con lágrimas en los ojos, otros muy grandes como Confianza Ciega, aquel mítico show donde alcanzamos las más altas cotas de vergüenza ajena hasta la fecha. No me quiero poner nostálgico ni hacer comparaciones que puedan parecer exageradas e inexactas con el paso del tiempo así que disfrutemos de nuestro afortunado presente, disfrutemos de esta oda a la televisión más gloriosa:

Jose Luis y Toya Protocolo.
Jose Luis y Toya son necesarios. Es más, voy más allá, ellos son la pieza maestra y fundamental que completa el glorioso y asombroso puzzle que es este reality. Sin ellos, las vidas de los pichabravas resultarían más cutres y aburridas, ellos dan el equilibrio y dotan al show, y esto no le va a gustar nada a Toya, de un frikismo que en el fondo es lo que hace grande al programa.  Ellos y su protocolo extremo y a veces cómico gracias a una extraña mezcla de clase arcaica y currículum extranvagante (recuerden que ella ha sobrevivido a 14 misiles diarios y le salió una guerra), aportan el toque marciano, el toque único que distingue a este show de otros realities más ramplones. Son muy personajes, juntos resultan cómicos y no desentonarían para nada en alguna de las series de José Luis Moreno, “Aquí no hay quien viva” por ejemplo, donde seguro serían unos divertidos y ejemplares vecinos.
El otro día en casa, donde este programa se ha convertido en uno de los momentos más apetecibles de la semana, nos preguntábamos: ¿si tuvieras que elegir a una de las madres del programa como tu madre, a quien elegirías?  Sin duda todos optamos por Toya.  Mar Segura salvando las distancias tiene el potencial de una Mariana Nannis incluso de ada a Toya, de un frikismo que en el fo
Toya es un filón. Para mi, y salvando las distancias y aunque resulte a veces antipática tiene el potencial de una Mariana Nannis incluso de otras freaks históricas como Mar Segura: extrema pero con saber estar, antipática pero divertida, hiriente pero con corazón. Un torbellino con dejes racistas que televisivamente resulta, yo ya la he visto en Sálvame Deluxe dos veces y la verdad, los periodistas se tronchan con ella. Pese a su resistencia negrista, la verdad es que les digo una cosa, veo 100% la pareja Cristiane y José Luis. Me pegan mucho y veo perfectamente a José Luis paseando por el mundo a la pantera de ébano. Ella, que a mi me resulta avestruzesca pega con la altura y la caballerosidad española de él. Me gustan juntos y me  gustó su cita, por cierto qué pereza estar cenando y que te vengan a bailar el baile del vientre a tu mesa, a la altura de una tuna o un acordeón del este de Europa. Al final José Luis, el abogado y cantante lírico se soltó y bailaron un gloriosa lambada restregando paquete al ritmo de George Michael y su hit sexual “I Want your sex”. Por lo demás, Juan Luis, ¡aléjate de la psycho-french! Nada bueno te espera con esa radical existencial, explota tu vena exótica y escápate con la brasileña, se te ve mucho más feliz.

Rubén de los Cielos.
Fan. Lo reconozco, soy fan de este proto-Fonsi Nieto. Reconozco de disfruto cuando abre la boca, de su disfuncionalidad cerebral, de sus pintas, de cómo liga… deseo que salga de este show y entre en otro para poder seguirle la pista. Es mucho. A Rubén tenemos que agradecerle ese paseo en barco con las chicas de hace unos episodios. Ese camarote donde fue besando una a una... ¡como las encandiló!, como fue comiéndole la boca a una tras otra sin que ellas opusieran resistencia ni les importara los cortos intervalos ni las babas de sus compañeras. No contento con eso guardó un repertorio de juegos perversos y vergonzosos para la cubierta: el antifaz, los hielos, el “chúpame el pezón porque sí”…   ¿Y  sus conversaciones en la quedada impecable con Barbie? ¿Y esa cita donde llevó a una de las chicas a un sitio donde servían los gin-tonic con un sable? Un hit de hombre. Me encantó el giro “Confianza Ciega” donde las madre pudieron ver como se comportaban sus hijos en libertad, también los lloros desconsolados de Barbie al ser justamente expulsada y su exagerada despedida de Rosi. Pese a haber convivido apenas dos días la despedida fue como la de un marido que marcha a una misión en barco al quinto pino o a una guerra con mala pinta, igual.
Otra de las cosas que más me gusta de Rubén es su cinéfilo uso de las comparaciones en situaciones cotidianas. Me encanta como analiza una situación y luego la compara con una película. Por ejemplo, se queda en casa solo con las chicas y suelta “Qué fuerte, nano, como en Sólo en Casa 4 o se encierra en un camarote y besa una a una a las chicas y luego las despacha y se acuerda del camarote de los Hermanos Marx. Un extraño y peculiar uso de la analogía que en casa seguimos con admiración.
La verdad, después de una semana hasta echaba de menos a Rubén. Afortunadamente ayer Rubén volvió por la puerta grande, con su excelsa colección de atuendos (destaco el look tirantes blancos camisa azul vaquera y la chupa estilo El Guincho) y su sonrisa de empanao y no defraudó. Vivimos dos  “24 horas con Rubén” que se antojaban como uno de los highlights de la noche del penúltimo episodio. Pese a ello, el show de ayer tuvo una clara protagonista, la joven Gina. El transcurso de su comportamiento en el episodio fue magistral, desde el momento shock en el que apareció con un corsé y ligueros para dejar constancia de su lado salvaje y que razonó como una táctica de juego, hasta su posterior preocupación por si su rival copiaba la misma táctica. Enorme. Ayer quedó clarísimo el potencial psycho de Ginna, todavía es joven y quizás sólo sea inexperiencia pero el tiovivo emocional de esta chica debería ser tratado por un experto. Es mi consejo. A la pobre no se le ocurrió mejor manera de calmar el desaguisado  que confesar a Mari su táctica entre sollozos y lamentos, desde luego una muestra de valentía  aplastante y también quizás de unos reflejos de dimensiones limítrofes. Fue ahí, en esa confesión tan íntima quizás el momento en el que más me encogí y más fuerte recibí ese azote de vergüenza ajena que tanto nos gusta a los amantes de los realities. Aparte de este histórico momento no me quería despedir sin mencionar dos highlights mayúsculos. El primero, el apretado, minúsculo e indescifrable bañador de Rubén y segundo, ese momento peinándose el tupé con secador, Rubén es el perfecto híbrido entre Chris Isaak y Fonsi Nieto, un producto español con dejes de la america profunda, muy exportable.  

Luis Ángelito.  
Después de ver los episodios 4 y 5 pensé: Cristopher, Mohamed, Jesús Valiente… ¡salid de ahí! ¡Salvaros! Las manías de Luis Ángel están empezando a dar miedo, tanto que en el episodio de ayer el pasotismo de los chicos era evidente e incómodo. Tensión, frialdad y mal rollo máximo en un extraño viaje a Paris. La tensión se sentía desde casa. Mari Carmen que estuvo en modo killer todo el episodio, se huele algo, cree que Cristopher le oculta algo y razón no le falta. Cristopher recientemente ha confesado en el blog de Abel Arana (soy fan de las nuevas fuentes de información)  que él hizo porno gay, que sabía que esto iba a salir, que no le importa nada y que espera que el haber salido en el programa le dispare su carrera de famoso. Pues olé tus huevos, eso es tenerlo claro y lo demás tonterías. Se agradece la transparencia de Cristopher. Muchas veces, los amantes de los realities extremos nos preguntamos inocentemente por qué concursa la gente en este tipo de shows. Por fin alguien lo admite, por fin alguien hace auto-outing de sus intenciones realityeras aunque sea en un blog de uno que vive al lado de mi casa y por un intenso desliz porno.
Luis Ángel, empresario y gay, me cae muy bien pero tiene pinta de ser un neuras antológico. Enorme el giro final de Cristopher y Juan Ca entregándose desenfrenadamente el uno al otro. Y luego se quejaban del añorado y necesario Jesús Valiente y lo llamaban malo, menudos pájaros.
Desde luego con gays como estos no sé a que esperan Tele5, Cuatro o la MTV a lanzar el primer reality gay de las cadenas establecidas de España.

Curiosities:
  • La película porno de Cristopher en portada de Frikinternet 
  • El Twitter de Jesús Valiente @Jes_Valiente 
  • El Twitter de Cristopher @cristoMadrid
  • El Twitter de Juan carlos @jcarlosgool que por cierto, estudia filología hispánica en la Complutense.


Daniel Gallagher.
Echaremos de menos a Jennifer “la Trampa”. Sus últimos movimientos en la casa, desde el poema hecho con sus canciones favoritas, hasta ese desplante público en el que reconoce que Daniel nunca le gustó y que no le gusta que jueguen con sus sentimientos, me tenían enganchado. Acuérdense de su despedida “me gustaría decirle al mundo y a la gente que Dani debería tener ayuda profesional”. Una pena que no hayamos visto su potencial psycho en la casa ni de viaje por países galeses.  Eso sí, antes de irse nos recordó lo ridículo que es el ser humano cuando se emborracha, cantando ese espantoso anti-hit que es “me muero por conoceeertte” y luego besándose con un chico que no le gusta. Al final se quedó en la casa Zayda, que es desconcertante, que se ha llevado un conejo a la casa de Daniel y que tiene una clara falta de afecto.
Zayda y Andrea viajaron a Dublin, la lluviosa ciudad que cambió la vida de David , ahora entiendo su estilo “british”. La historia de Zayda y David empieza a dar pereza, él habla del tiempo y temas que aportan cero con ella y fuera de cámara sólo dice que le pone. Su cita fue una pereza absoluta como una pereza fue también la falta de respecto de Zayda y Pilar la una con la otra. Y es que Zayda es una provocadora nata, primero organizando una reunión de Tuppersex en casa de la abuela y luego enfrentándose abiertamente a la madre. Eso sí, razón no le falta para arremeter contra la disoluta y anarquista Pilar.  Y es que Pilar, o más bien las Pilares otra cosa no pero mala hostia tienen un rato. Una lástima que no se llevaran a la abuela acusica a Dublín para que nos recordara “la calidad que tiene Daniel” y se quejara del tiempo, de Zayda y de la comida. Daniel, ese mar de dudas que para mi acaba tocado al final del show debe elegir a Andrea. Sino vislumbro un futuro muy negro. 

Curiosities:
  • Twitter de Daniel
  • Twitter de Zayda
  • Daniel ha confirmado su presencia en el próximo concierto del grupo Miss Cafeina, en sus años mozos compartió pupitre de Instituto con uno de los miembros del grupo.
  • Las malas lenguas afirman que en la casa de las Pilares tienen a un hombre escondido.
  • Andrea, pretendienta de Daniel es cámara de Callejeros Viajeros.


David Adrià, the Quimifucker
Antes de empezar, ¿alguien se ha fijado en la entradilla del programa con David vestido de Ángel? Buenísimo. David ha pasado de ser un pichabrava chulesco, a veces a la altura del añorado Jonathan de Granjero Busca Esposa 4, para acabar siendo un calzonazos títere de una madre controladora que corta y apaga su innegable filón mediático. David es divertido diciendo estupideces, siendo como es, un fanfarrón que habla con titulares y que se cree la polla y en el fondo es un pobre diablo.  Serio y comedido es infumable.
Del pasado sin duda me quedo con dos momentos. El primero, el día de las copas en el salón de la casa en el momento de la llegada de Raquel, la “gallina vieja que hace buen caldo” que por cierto es la expresión más asquerosa que he oído desde lo de “ese tío es de culito tragón”. Enorme me pareció el cara a cara María vs Raquel,  con la pobre María beoda con cara de culebra sin apenas poder articular palabra. El segundo es en la post-cena y también de copas, cuando David, después de mostrar su clase con una cena a base de un solo plato de berenjenas rellenas decide hacer un striptease. Sus movimientos, sus contornos de cintura, sus abrazos insinuantes, sus posturas me hicieron estremecerme. Muy pocas veces había pasado tanta vergüenza ajena. Sin duda lo mejor fue ese momento final del pantalonazo en toda la cara a María. Un momento que pretendía ser sensual y que acabó en carcajada.  
Ayer David por un momento volvió a ser el David vacilón y estúpido que esperábamos y que tanto nos gusta. Su chulería es inofensiva y las tonterías que dice, como se las cree, no dejan de ser graciosas. Él es una versión soft de Rafa Mora, mucho más joven, con menos potencial, menos exagerado y para mi mucho mejor. Y luego está Raquel, ese clon madurito de Sonia Monroy. Acusada de estar arrugada y puesta de puta para arriba por la madre y la oponente. Muy fan de su desprecio por María y sus constantes chistes sobre su escaso cerebro. De ayer destaco el “le ha sentado como una patada a su Teletubbie favorito” hablando de lo mal que le había sentado a su contrincante que se cepillara, no una sino tres veces a su Quimifucker. Me encantó el momento cama, los contornos de David y su imposible colección de tatuajes incorrectos, los tiene todos: las letras chinas, las escamas, el tribal, y sobre todo sus calzoncillos rojo neon con cinturón plateado de Calvin Klein. Impecable. Me quedo dos frases que no entendí, si alguien me las traduce lo agradezco. La primera es “pim pam pum y bocadillo de atún” que entiendo que pueda tratarse de un polvo rápido y “ella tiene el arroz achicarrado” que no me atrevo a teorizar porque me leen menores. Por último destacar en general lo grandiosos que son y resultan para el espectador los ataques de celos ajenos: “¿Te la follaste?””¿Pero, dormisteis juntos?”, ”Pues yo en la misma cama de esa no voy a dormir”, estas frases y estos momentos son sencillamente maravillosos, como rememorar momentos vividos que no apetecen, es oírlos y darte cuenta de lo mucho que uno ha madurado. María se sintió así, pese a ello, se vistió de fulana de Nueva York de los 80 y se plantó en la habitación de David con la intención de picar al stripper. A David, por segunda o tercera vez en la noche le pudo su memorable pronto machista. Sí, ¿qué pasa? También soy fan de su pronto.

Curiosities:
  • La madre de David suda a borbotones. 
  • Fan de los lemas de las camisetas de madre e hijo: “Criminal Dogs”, "Busty Busties"... Fíjense.
  • Twitter de Raquel 


Y se terminó y los que estuvimos atentos pudimos ver lo que se avecina:  Daniel llorando en los brazos de Pilar,  a Luis Ángel adivinando el polvo de Juan Carlos y Cristopher, a Gina al borde del colapso y a David gritando bien alto “coño”, la última palabra que sonó en el magistral episodio de ayer. Ya queda menos, disfrutemos  minuto a minuto lo que nos queda. QQCCMH, ¡ayer, hoy siempre!

No se lo pierdan, en anteriores episodios: