jueves, 12 de noviembre de 2009

“Que me lo coman a cucharadas”:
GBE2 resiste...



No estoy de acuerdo con los detractores de GBE2. Es verdad, ayer GBE2 no fue el de la semana pasada. Cierto, las parejas se resuelven antes y quita un poco de juego. Y también admito que es un bajón que dos Granjeros se enamoren y que los guionistas le den demasiada importancia a una relación que debería estar multada. Pero también es muy cierto que el capítulo de ayer nos dejó enormes momentos, así que disfrutemos. Con “Curso del 63” fuera de juego Granjeros sigue siendo la opción más entretenida de la televisión.

Los highlights de ayer:

-Alberto Carmona. Una semana más Alberto sigue siendo mi favorito, por polémico y salidorro. Hizo que las chicas dieran de comer a los terneros mientras él les soltaba indirectas guarrísimas y por fin cenó con Mónica. ¿Y qué me dicen de la cena? ¿qué me dicen de la cucharita? Para los no puestos en Granjeros, la candidata le entregó una cucharita como regalo a Alberto el día que se conocieron. Alberto, como es normal no entendió nada y preguntó por ella. Le dijo que le respondería cuando la eligiera. En la cena de ayer le volvió a preguntar pese a que no piensa elegirla. La respuesta fue esta: “Es que me gusta que me lo coman a cucharadas”. Con tal respuesta y conociendo lo salido que está Alberto lo primero que pensé es que se olvidaba de la colombiana. Apostaba por un revulsivo, por una especie de “turning point” que cambiaría el destino de Alberto. Pero no, Alberto demostró que es todo un señor y que no se deja amedrentar por semejante osadía. Tampoco cedió mientras le buscaban el paquete con el pie por debajo de la mesa.

Otro punto que me encanta de Alberto es el odio de su familia a la colombiana, odio o miedo porque ninguneen a su chaval. Debo felicitar a Mónica por el momento llegada de la cena con toda la familia reunida. Ciega como un piojo se dedicó a tensar más todavía el tridente Familia Carmona, Ana y Alberto. Disfruté mucho toda esa tensión.

-Luis y Guiomar. Había decidido obviar a esta pareja por aburrida para siempre. Pero el momento discoteca con el morreo a cámara lenta me encantó. Parecía una película casera de culto, me recordó un montón a la película “Hot Milk”, obra magna del enorme Ricardo Bofill de la que hablaré próximamente y que adelanto que es uno de los shocks más bestias de mi existencia. Como un electroshock la del Bofill y el beso de los otros.

-Natalia y Carlos de Motril, verdades:
1.
Dafne es mala, una chivata y está loca. ¿Y cómo fue la lectura de su diario? Momento delirante de la temporada.
2.
Divine, la madre de Natalia, sigue enamorada del argentino al que ve como si fuera su hijo. Le sorprende que mientras otros hombres lo primero que miran de su hija es el culo y las tetas (esto lo dudo seriamente), el galansote le mira el alma. En fin.
3. Es un bajón que se unan dos Granjeros, es una putada para los/as candidatas y a los espectadores no nos gustan estos líos raros. ¿Para qué tener un lío cuando podemos tener cuatro apasionantes carreras para enamorar a un Granjero? Para nada.
4.
Carlos de Motril es un caradura y quiere desplumar a Natalia.
5. El argentino aunque obvio y cuentista ha jugado su papel hasta el final. A mi me acabó cayendo bien.

-¡Qué alguien salve a Santi! El pobre Santi se ha metido en un lío con su elección y ahora convive entre una agonías y una exaltada. A una le falta sangre y a la otra le sobra, en fin, que este trío tan extremo sigue dando juego pese a no explotar. Se avista una excitante batalla, mamporros y tirones de pelo. Yo particularmente estoy en contra de Eli, pienso que no está bien de la cabeza.

-Los Vitis son unos moñas.
Todos esperábamos un segundo asalto lleno de mamporros pero no fue posible. Decantado ya Jesús por la loba y mala persona de Yolanda , sólo nos queda esperar a que sigan los roces y vuelvan las leches. Por lo menos repitieron la pelea de la semana pasada a cámara lenta. Por dios, lo del otro día fue una señora pelea. Un momento histórico de la tele de un programa que repito, resiste.