viernes, 6 de noviembre de 2009

La maravillosa recuperación
de Granjero Busca Esposa 2.



Ayer volvió la tensión y la vergüenza ajena que hizo grande a la primera edición de GRANJERO BUSCA ESPOSA. Cuando ya nos temíamos que esto iba a acabar en bluf un extraño y divertidísimo no parar de situaciones ha revivido el programa y lo ha colocado a la altura de los mejores tiempos de Aitor, Guillamet y su señoría David Escur.

Lo momentos estelares que hicieron posible la recuperación:

-El empeño de los cámaras del programa por obsequiarnos con interminables planos del tanga marrón de Natalia y el forzadísimo paseo por la playa con el argentino y el otro soso. Horrible todo.

-El pecho lobo de Alberto que confirma que hubo un parón en su evolución como ser humano hace ya mucho tiempo. ¿Se metamorfoseará finalmente en un crudo animal? Ojalá y si es durante el programa pues mejor.

-La vergonzante cita en el barco turístico entre Alberto y la colombiana. Reconozco que lo paso fenomenal y fatal a la vez observando a Alberto existir. Verle decir "te quiero" o "pide por esa boquita mamita" hace que mi cuerpo se estremezca y me produce escalofríos que me recorren todo el cuerpo. Y eso me gusta, para que negarlo.

-La cofirmación de que Santi es un perfecto gilipollas. Gilipollas lo digo cariñosamente, es más bien un imbécil, simpático pero un imbécil. Es difícil adivinar porque su mente funciona así, porque lanza esas preguntas a destiempo, porque los temas que pregunta no tienen sentido y no vienen a cuento jamás. Santi es una especie de Mister Bean, obsérvenlo, es extrañamente gracioso. No quería dejar de mencionar la locura de frenopático de su pretendiente Eli. Celosa compulsiva, malpensada y vengativa. La pobre huele a bipolar así que esperamos con ansia sus nuevos brotes psicóticos. Está fatal. Y ya por último me despido con una de las preguntas clásicas de Santi al ver salir a una de las chicas del baño: ¿cómo ha ido el baño?. Magistral Santi, magistral.

-Natalia y su loca casa. El argentino canario y albañil nunca ha disimulado que iba al programa al desplumar a la rica granjera Natalia. Sus intentos por conquistarla con la palabra fueron uno de aquellos momentos en los que tienes que darle la espalda al televisor. Es empalogoso, obvio, previsible, cursi, hortera y poco romántico pero reconozco que en su cita a solas donde habló de sentimientos que nacen y amores futuros grité un montón y me tensé de lo lindo.

-La enorme aparición del abuelo nazi de Alberto. Sus sentencias "prefiero la blanquita" o "la otra es una zorrita" fueron sin duda uno de los highlights del día. Por cierto en alguno de sus pensamientos no le faltaba razón al viejo facha.

-La confirmación de que Dafne es gafe y además una metepatas profesional. Abre la boca y la caga, da una sorpresa y se tuerce, quiere ser cariñosa y espanta. Esta chica con aspecto de liendre está gafada. Toquen madera y aléjense de ella.

-Y por último reseñar el impresionante estallido de odio entre los PsychoVitis. Gracias Vitis por obserquiarnos con esa violentísima cena. La idea era buena, juntar a todos los amigos con las pretendientes para celebrar el momento. Pero todo se torció en el minuto uno. Una penosa declaración de amor, que no venía a cuento, de Jesús a Yolanda provocó la mofa de su hermano. Entonces estalló un serial de humilladas que acabó en un éxtasis televisivo que ni en "Sálvame Deluxe". Fue tal la agresividad contenida, tan enorme el mal rollo que contagiaron, tan horrenda su forma al comer y tan chusco su intercambio de palabras que acabaron a ostia limpia. En un momento Jesús agarro a su gemelo por la piernas y en una llave digna de Hulk Hogan desplomó a su hermano que cayó al suelo como un plomo sobre su espalda. Durísimo, pareció una pelea de esas que salen en Arena Mix y Callejeros en las puertas de una disco de autopista.
El show de los Psicovitis sólo acaba de empezar, ahora sólo nos queda esperar al próximo combate. ¡Viva Granjero Busca Esposa!