Un año más vuelvo con mi lista preferida, la que más miedo da, la terrorífica por antonomasia: los horrores estéticos del verano. Si el año pasado triunfaron las zapatillas crocs, los tatuajes tribales y los oseznos de Tous este año el terrorismo estético nos obsequia con nuevos y maravillosos gadgets igual de horrendos y molestos, el verano es un no parar. No sé si son los aires, la brisa o el sentimiento de desenfreno pero la realidad es que el verano nos quita los complejos y saca de nosotros una valentía estética inimaginable en la vida diaria. El verano se lleva bien con el horror, pues ¡viva el verano! Pasen y lean:
Las transparencias en los hombres.
Era de esperar. 2009, el año en el que H&M se ha hecho descaradamente ultragay, Dolce y Gabbana salen en todos los Cuores y los presentadores heteros han desaparecido de la TV también han llegado las trasparencias masculinas al verano.
Como siempre el abanderado ha sido mi terrorista estético favorito, David Bisbal, que aconsejado por el buen gusto de la Tablada ha repetido transparencias en más de una fiesta y encima fuera del territorio ibicenco. Él ha sido uno de los culpables de rescatar una prenda antaño utilizada por travestis y vendida en Sex-Shops, la ha llevado a las masas y la ha convertido en algo bien visto hasta por la “jet-set” española.
La pareja española y el punto negro o grano seboso.
Lo siento, explotar un grano en público en una ordinariez y debería estar penado, como el robar o el secuestrar. Esta costumbre tan nuestra se ha convertido en algo mainstream y extendido en nuestras playas. El problema no es el grano, es la ceremonia que precede al estallido, es la cara de intensidad del manipulador, el dolor en el rostro de la víctima, la tensión del proceso y el momento mágico en la pareja en la que él o ella enseña el trofeo a su camarada. Este proceso cavernícola dura entre 1 minuto y 5 minutos muy intensos para los protagonistas y durísimos para los playeros. Sin duda la pareja y el punto negro (o grano seboso) han sido el espectáculo más duro del verano. ¡Hijos de puta!
Mariconera Gucci.
Guti (ver foto) y los negros manteros han puesto de moda este bolsito maricón que cuelga a la altura del pectoral y tiene capacidad para meter el paquete de tabaco, la cartera y las gafas de sol. Perfecta para el verano e inútil fuera de él. Lo llevan futbolistas terroristas como Guti, Güiza y Sergio Ramos, gente que le gustaría conducir deportivos, todos los que salen en “Hombres, Mujeres y Viceversa”, marquistas pobres y ricos y gays de ciudades de menos de 40.000 habitantes. Combinado con según que prendas puede provocar mareos y/o vómitos.
El acero y el algodón.
Desde que mi amigo Matías me habló del tanga de algodón con juntas de acero que pitaba en los aeropuertos de Ibiza he vivido con la ilusión de ver uno de ellos. Gracias a Dios este verano el algodón y el acero han ido de la mano y han explorado otros terrenos además del viejo y sucio tanga y yo me he quedado tranquilo. He visto al algodón y al acero unidos en camisetas sin mangas y trikinis, una unión de lo más feísta.
(Ver a Guti otra vez)
El maldito tri-Barça
No voy a entrar en un debate futbolístico sólo reseñar lo mala que es la resaca del triunfo en la moda. Este verano las noticias y la vibrante y excitante actualidad han sido del Real Madrid y las sobras y la moda del Barça. Los deprimentes colores blaugrana, la camiseta color butano, la senyera y las camisetas con lemas cachondos han inundado las playas provocando un ambiente deprimente y un paisaje gris muy alejado de la magia de Messi y Guardiola. No se enfaden culés, es el precio de la fama y el triunfo, tus colores son de todos. ¡Ala Madrid!
Los sujetadores con tirantes de silicona.
Voy a tratar de ser breve porque me cabreo. Los tirantes de silicona no son transparentes así que mejor no ponerse sujetador a ponerse uno con tirantes de silicona con cualquier tipo de camiseta de tirantes, palabra de honor...
El abuso del Speedo.
Hablábamos antes del amariconamiento nacional en la moda. Pues bien, otra de las prendas originales de los niños de los 70, países tercermundistas y ahora gays, ha arrasado este verano. El bañador de hombre apretadito ha causado furor y ha lucido de lo lindo en cuerpos serranos, sebosos, desafiantes del canon griego, musculados y atrofiados. No estoy en contra sólo digo que a veces queda chocante.
Items publicitarios.
Con esto de la crisis el 80% de las sucursales bancarias y agencias de viajes han cambiado el regalar cafeteras y noches de hotel gratis por items playeros. Toallas, pelotas, barcas, flotadores, sombrillas, esterillas, manguitos, neveras, juegos de cartas… estampadas por marcas anodinas han sido parte de nuestro paisaje playero. Entre esto y la obsesión de muchos por ir “marcados” con enormes logos de firmas extranjeras y locales de pacotilla a veces me daba la sensación de no haber salido de las calles contaminadas de mi ciudad.
El negro zanahoria.
Alguien debería decirle a los blancos que ponerte negro y naranja es insano y feísta. Esa costumbre ochentoide de ponerse negro como un tizón y abusar de las cremas bronceadoras de zanahoria que dan aspecto de enferma ha vuelto con fuerza este año. Debo alertar que esa piel color barro con tintes naranjas no parece para nada un bronceado de una playa caribeña sino más bien delata que eres un/a yonqui hortera de los rayos UVA o un pariente cercano o amiga del montón de lagartos humanos como Arantxa de Benito o Lara Dibildos. Potencia las arrugas, da aspecto de suciedad y agrieta la piel. ¿Se puede pedir más? Ah, si, morir de un cáncer.
Con esto me despido hasta el próximo post y me pregunto, ¿qué horrores estéticos nos deparará el 2010? ¿jugará el Madrid como los ángeles? ¿es John Travolta gay y calvo? ¿irá Ana Torroja al talego? ¿son las gemelas de la Baronesa hijas de Borja Thyssen? ¿es Maculai Cunklin el padre del hijo pequeño de Jacko?
Las transparencias en los hombres.
Era de esperar. 2009, el año en el que H&M se ha hecho descaradamente ultragay, Dolce y Gabbana salen en todos los Cuores y los presentadores heteros han desaparecido de la TV también han llegado las trasparencias masculinas al verano.
Como siempre el abanderado ha sido mi terrorista estético favorito, David Bisbal, que aconsejado por el buen gusto de la Tablada ha repetido transparencias en más de una fiesta y encima fuera del territorio ibicenco. Él ha sido uno de los culpables de rescatar una prenda antaño utilizada por travestis y vendida en Sex-Shops, la ha llevado a las masas y la ha convertido en algo bien visto hasta por la “jet-set” española.
La pareja española y el punto negro o grano seboso.
Lo siento, explotar un grano en público en una ordinariez y debería estar penado, como el robar o el secuestrar. Esta costumbre tan nuestra se ha convertido en algo mainstream y extendido en nuestras playas. El problema no es el grano, es la ceremonia que precede al estallido, es la cara de intensidad del manipulador, el dolor en el rostro de la víctima, la tensión del proceso y el momento mágico en la pareja en la que él o ella enseña el trofeo a su camarada. Este proceso cavernícola dura entre 1 minuto y 5 minutos muy intensos para los protagonistas y durísimos para los playeros. Sin duda la pareja y el punto negro (o grano seboso) han sido el espectáculo más duro del verano. ¡Hijos de puta!
Mariconera Gucci.
Guti (ver foto) y los negros manteros han puesto de moda este bolsito maricón que cuelga a la altura del pectoral y tiene capacidad para meter el paquete de tabaco, la cartera y las gafas de sol. Perfecta para el verano e inútil fuera de él. Lo llevan futbolistas terroristas como Guti, Güiza y Sergio Ramos, gente que le gustaría conducir deportivos, todos los que salen en “Hombres, Mujeres y Viceversa”, marquistas pobres y ricos y gays de ciudades de menos de 40.000 habitantes. Combinado con según que prendas puede provocar mareos y/o vómitos.
El acero y el algodón.
Desde que mi amigo Matías me habló del tanga de algodón con juntas de acero que pitaba en los aeropuertos de Ibiza he vivido con la ilusión de ver uno de ellos. Gracias a Dios este verano el algodón y el acero han ido de la mano y han explorado otros terrenos además del viejo y sucio tanga y yo me he quedado tranquilo. He visto al algodón y al acero unidos en camisetas sin mangas y trikinis, una unión de lo más feísta.
(Ver a Guti otra vez)
El maldito tri-Barça
No voy a entrar en un debate futbolístico sólo reseñar lo mala que es la resaca del triunfo en la moda. Este verano las noticias y la vibrante y excitante actualidad han sido del Real Madrid y las sobras y la moda del Barça. Los deprimentes colores blaugrana, la camiseta color butano, la senyera y las camisetas con lemas cachondos han inundado las playas provocando un ambiente deprimente y un paisaje gris muy alejado de la magia de Messi y Guardiola. No se enfaden culés, es el precio de la fama y el triunfo, tus colores son de todos. ¡Ala Madrid!
Los sujetadores con tirantes de silicona.
Voy a tratar de ser breve porque me cabreo. Los tirantes de silicona no son transparentes así que mejor no ponerse sujetador a ponerse uno con tirantes de silicona con cualquier tipo de camiseta de tirantes, palabra de honor...
El abuso del Speedo.
Hablábamos antes del amariconamiento nacional en la moda. Pues bien, otra de las prendas originales de los niños de los 70, países tercermundistas y ahora gays, ha arrasado este verano. El bañador de hombre apretadito ha causado furor y ha lucido de lo lindo en cuerpos serranos, sebosos, desafiantes del canon griego, musculados y atrofiados. No estoy en contra sólo digo que a veces queda chocante.
Items publicitarios.
Con esto de la crisis el 80% de las sucursales bancarias y agencias de viajes han cambiado el regalar cafeteras y noches de hotel gratis por items playeros. Toallas, pelotas, barcas, flotadores, sombrillas, esterillas, manguitos, neveras, juegos de cartas… estampadas por marcas anodinas han sido parte de nuestro paisaje playero. Entre esto y la obsesión de muchos por ir “marcados” con enormes logos de firmas extranjeras y locales de pacotilla a veces me daba la sensación de no haber salido de las calles contaminadas de mi ciudad.
El negro zanahoria.
Alguien debería decirle a los blancos que ponerte negro y naranja es insano y feísta. Esa costumbre ochentoide de ponerse negro como un tizón y abusar de las cremas bronceadoras de zanahoria que dan aspecto de enferma ha vuelto con fuerza este año. Debo alertar que esa piel color barro con tintes naranjas no parece para nada un bronceado de una playa caribeña sino más bien delata que eres un/a yonqui hortera de los rayos UVA o un pariente cercano o amiga del montón de lagartos humanos como Arantxa de Benito o Lara Dibildos. Potencia las arrugas, da aspecto de suciedad y agrieta la piel. ¿Se puede pedir más? Ah, si, morir de un cáncer.
Con esto me despido hasta el próximo post y me pregunto, ¿qué horrores estéticos nos deparará el 2010? ¿jugará el Madrid como los ángeles? ¿es John Travolta gay y calvo? ¿irá Ana Torroja al talego? ¿son las gemelas de la Baronesa hijas de Borja Thyssen? ¿es Maculai Cunklin el padre del hijo pequeño de Jacko?