¿Es posible que en el siglo XXI un grupo de punk cambie la historia? Veámos...
Son jóvenes, educadas pero contestatarias, lucen colores chillones, tienen un grupo de punk y pertenecen al colectivo ruso
PUSSY RIOT. Una gamberrada que cometieron el pasado mes de Febrero puede
cambiar la historia de Rusia, del punk y del mundo.
Rebobinemos. El
pasado 17 de Febrero 5 integrantes del grupo activista y musical Pussy Riot asaltaron la Catedral
del Cristo Salvador en Moscú acompañadas de cámaras y unos cuantos periodistas.
En el púlpito cantaron una pegadiza canción donde pedían a la Virgen que les
liberara de Putin. No se pierdan los
vídeos del momento. Los guardias las echaron. Los vídeos del asalto
aparecieron en Youtube unas horas después. En unas horas los videos provocaron un cataclismo
nacional mediático y popular donde la iglesia, los políticos, la prensa y el propio Putin entraron
en un debate gilipollesco sobre la blasfemia, un inaudito debate que alcanzó portadas, noticieros y
webs. ¿El resultado? Tres de las chicas fueron encarceladas inmediatamente y
ultrajadas e incomunicadas posteriormente. Seis meses después, exactamente hoy
30 de Julio, se celebra el juicio que podría acabar en una pena de 7 años de
cárcel para las tres principales “culpables”.
Lo que acaban de
leer no es una trama de una película de John Waters ni un viejo atentado de las
bellas activistas de la Baader Meinfoff, es una realidad como un templo. Es una
historia real que está pasando, una HIT punk con mayúsculas y la mayor pesadilla y dolor de
cabeza al que se ha tenido que enfrentar en los últimos tiempos el presidente
Putin, ¿quien le iba a decir que unas jóvenes y bellas punks iban a
desestabilizar su sistema y poner a Rusia en el punto de mira mundial? La
repercusión que ha provocado esta gamberrada ha conmocionado a medio
planeta: plataformas de apoyo, artistas de renombre vitoreando el acto heroíco de las jóvenes punk,
merchadising de todo tipo y hasta Amnistia Internacional apoyando abiertamente a las acusadas de blasfemia.
Al lado de esto, escándalos como los de Huggy Bear en Top of the Pops, Las
Vulpess en el programa de Carlos Tena o los mismísimos Sex Pistols en el show
de Bill Grundy son bromas de colegio. Aquí hablamos de cosas serias: cárcel, libertades coartadas, debate mundial, activismo y terrorismo simpático, poder eclesiástico... Esta
revolución, al contrario de lo que decía Gil Scott Heron, está siendo
televisada y además narrada y amplificada en redes sociales. PUSSY RIOT ya es
un fenómeno mundial, un referente de la cultura pop moderna. Estaremos expectantes, el juicio empieza hoy, en él veremos si todo esto ha sido una
reacción exagerada del gobierno ruso y se queda ahí o si por primera vez en la historia una gamberrada es capaz de enfrentar al mundo y cuestionar, más allá de las típicas corrupciones, mafias y opresión social, un estado. Jamás un acto de protesta simpático había causado tanto impacto.
Estén atentos a
sus redes y muestren su apoyo a PUSSY RIOT! Os dejo unos links y repito, estas
tres jóvenes y bellas punks pueden acabar en la trena. FREE-PUSSY RIOT!!!
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