Confirmado, perderse Granjero Busca Esposa provoca angustia. No pude ver el
segundo asalto hasta ayer por la noche. Estuvo bien, muy bien. El segundo
episodio siempre es el más difícil, viene después del éxtasis de presentación y
es un poco donde el fan se ubica, donde ordenamos todo el caos y situamos a las
pretendientas, parte básica del show. También es uno de los más interesantes.
Es una transición en la que debemos estar muy atentos a los detalles. Detalles
que esbozan las primeras intenciones y donde se avistan las primeras y primeros
psychos. En los detalles y gestos del segundo episodio podemos adivinar el
devenir del programa, o casi. Si bien esta ha sido la tónica de anteriores ediciones,
en esta, la alta presencia de personajes psicológicamente alterados
(Elo, Vivi, Melendi y así unos cuantos) puede hacer que todo lo que hemos visto
en este episodio oracular se quede en agua de borrajas, no sirva para nada.
Granjero Busca Esposa es profundamente anárquico, estático en cuanto a
planteamiento pero imprevisible por la naturaleza de sus protagonistas. Ayer vi
muchas cosas, ayer vi un futuro caótico y eso me hace feliz. ¡Viva!
Antes de empezar a descuartizar el episodio 2 quería compartir una lista de observaciones curiosas que comentamos ayer en casa:
-Mercedes es la marca de coches que más se vende en el campo. El
color más vendido en el campo es el gris metalizado.
-Este Granjero es muy cinematográfico. En algunos pasajes parece
una película de Hollywood. Los colores son vivos, los planos artísticos y los
travellings monumentales. No queda nada para el plano secuencia. El plano de
Luján en el puente vestida de niña y con la arboleda detrás te lo meten en
Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton y cuela.
-Me flipa, perdón, me REFLIPA que los pueblos tengan protagonismo.
Me encantan los recibimientos, sus gentes, la alegría, las palmas y los jaleos.
Muy Berlanguiano y muy español todo. Por otro lado me gusta también el
contraste con los pueblos más siniestros y desconfiados, incluso los pueblos
fantasmas, como el de Melendi.
Ellos y Ellas, la génesis del KAOS
Césarrgh
Si hay un pueblo entregado ese es el de César. Un pueblo vivo que
acompaña a los protagonistas a ritmo de aplauso. Que jalea a las mozas y anima
a su César incansablemente. Muy fan. Genial también que el 70% del pueblo lleve
gafas de sol de famoso, de esas tamaño XL, no sé si por que el sol pega
fortísimo o porque, conscientes de que están siendo televisados, han decidido
camuflarse como los famosos. En todo caso curioso. Dejando de lado la
amabilidad popular quiero resaltar el dúo de pretendientas que ha elegido Cesarghh, demostrando un ojo casi clínico por la gresca.
Una cosa está clara, no se va a aburrir. Se vislumbra un combate a muerte.
Gloria y Elo con tan sólo un episodio han conseguido convertirse en la
revelación del show. Se están matando y esto sólo acaba de empezar, promete. A
un lado del ring Elo que no sé si me cae bien o como una patada en el culo con
unas Dr. Martins punta de acero. Quiero decir, me parece insoportable pero creo que es perfecto que esté en el programa y que altere tanto la convivencia. Me
gusta la gente insoportable en la televisión, son entretenidos y provocan
vergüenza ajena. Elo es claramente bipolar, y como tal, todo es un drama o un
cuento de hadas, sin término medio. Cortante, desquiciada, insufrible, radical
y a veces tu mejor amiga. Mucho miedo! Como dijo César en ese arranque poético "Elo es un cielo pero un cielo nublado". Tormentoso añadiría
yo. Es como una lluvia de ácido. De esas que desgastan, que provocan quemaduras
irreparables. Aparte de estar desquiciada habla con los gorrinos, pidió perdón
a uno de ellos y reconoció que ella era "más de caballo" y muy pija.
Y luego está Gloria, personaje Almodiovariano era Mujeres al Borde de un Ataque
de Nervios. La típica que comenta todo. La
mezcla es explosiva, andaluza que dice todo a la cara porque según ella es muy honesta y
directa y loca pseudo pija bipolar con tendencia a la depresión y exaltada por
naturaleza. Resultado: polvorín mágico y "picadilla" continúa. Esto
promete. Me doy cuenta que soy pro-gresca. Por cierto, Cesargh, llévalas a comer un cabrito por ahí, no les pilles una pizza por teléfono que es una cutrez y ojo con dejarle las tijeras a Elo.
MELENDI THE ROBOT
No sé ni cómo empezar. Melendi es una película indi americana. Su
extrañísima realidad tiñe todo lo que la cámara filma con un filtro
"indimatográfico". Su diabólica tranquilidad, su extraña seriedad, su
mutismo inquietante hacen de él un potencial candidato a venideros Sundance y
esos festivales de tres al cuarto que os gustan a los gafapastas. Melendi vive
en un paraje singular. Su casa es una caravana embedeada a una superficie de
cemento, está literalmente incrustada. A veces parece una choza y a veces la
portada de una revista de arquitectura. Es única. En sus aledaños estructuras
formadas por tablas, troncos y tuberías se mezclan con cientos de gatos
salvajes. Es la caravana del amor y del miedo. Hay algo que me inquieta, Melendi y su
mutismo me
confunden, ¿será así como le vemos? ¿tendrá una
docena de hombres y mujeres y viceversa sepultados
debajo de tan extraña estructura? ¿será en realidad un hombre inmensamente rico y esto es la antesala-prueba para las
pretendientas? Ayer conversé con Silvia
Blanco, la encantadora psycho indie de la temporada pasada y apoyaba esta última teoría. Yo creo que no, que
Melendi es el que vemos. Un freak que vive en
otra dimensión, que tiene otro ritmo, un ermitaño
modernista, un robot, el robot humano. Quizás sea un experimento militar
abandonado, quizás simplemente sea así. Para mí, junto a Román es el motor de
GBE. Lo
vimos bailar, lo vimos hasta reír, Melendi nos va a
sorprender, no me cabe la menor duda. Del otro
día me quedo con los extraños sonidos y la intensidad con la que llamaba, o igual hasta hablaba, con las
vacas. También
con esa cena espectacular de sanwich mixto/bikini, un
bodegón difícilmente superable y diría que inolvidable: sobre la mesa
bote de mayonesa, bote de aceite, mitad de botella de vino rosado y tres sobres de Ketchup. Deprimente
escena que acompañada del silencio sepulcral
del anfitrión, el sonidillo de fondo de la tele donde se adivinaba un documental feo y la música de miedo,
presagian un trágico final en la mini casa
asturiana. “En la mesa no se habla” sentenció serio Melendi. Yo me hubiera
acojonado pero las comensales, quizás por estar cenando algo que ni un solterón
en la ruina pudiera imaginar, quizás por la decepción de enamorarse de un
robot, hicieron caso omiso de Melendi.
Para redondear esta minipelícula de terror tenemos a Vivi,
insoportable americana del sur que pensaba que iba a un caserón del norte con
terreno,
terraza, Range Rover turbo y chica de servicio y se
encontró con Melendi y su desierto de sensaciones. Su decepción es continua.
Ella, que es multimarca (fíjense en sus camisetas), ansía algo más grande, se
merece algo mejor y por eso está de bajón
máximo. Segundo episodio y odia con todas sus ganas a Melendi. Al otro lado Vanesa que es pequeña y por ahora se toma la casa y la robótica de su deseado con
humor. Esto acabará mal y lo mejor, seremos todos testigos. Si fuera Vivi me andaría con cuidado, una
cosa es estar decepcionada pero yo no jugaría con Melendi y menos me metería
con él, ayer no sacó el hacha de milagro y razón no le faltó. Y me quería dejar para el final los pantalones brutales bicolor de
entre semana de Melendi: atemporales, desmontables y robóticos. Melendi,
somos tus fans, no traiciones al robot que llevas dentro, sigue así.
El Andabluff o Andabuff
Soso y soporífero. Clásico granjero vago que “no quiso huerta en
sus tierras porque supone trabajar”. Simple y por ahora coñacísimo. No me
acuerdo ni de como se llama. Afortunadamente sale poco. Esperamos tu revival
soso andaluz.
Jonathan FAIL
El vacilón hit “Sono Tremendo” del genio italoamericano Rocky
Roberts hacía intuir una bukake romana llena de vicio y sexo en la granja de
Jonathan “con todas las chicas soy tremendo, las uso cuando quiero y después
las rechazo”. Al final, ni la canción tenía razón ni Jonathan se petó a una
el primer día. Mucho hablar y primera noche en seco. El picha brava que se las
daba de Nacho Vidal
pasó la noche solo, sin mojar el churro. Y eso que a
las 11 de la mañana se estaba metiendo un Gintonic de Gordons como un piano.
Nada, Joanthan Fail es un Fail, un Epic Fail. Jonathan es indefinido, puede
tener 13 o 33 años. Tiene una inquietante cicatriz que necesito saber su origen
y reconozco que aunque es un fantasma desagradable con cara de pajearse cada
tres minutos me parece que aporta momentos cómicos. Es tan exagerado, es un bufón salido e inofensivo. Patético e ingenuo
pese a su aparente bravura. Es un muppet, un masca chapas, un melón, un
verdadero mikolápiz si, pero necesario. Al mascachapas se le suman dos chicas,
Rebeca y Elisabeth dispuestas a matarse por conseguir al cenutrio de Jonathan.
Rebeca va a por todas, lo tiene tan claro que da risa. Es competitiva y se toma
esto como el ejecutivo agresivo que ansía un buen contrato, como el periodista
peliculero que sueña con destapar una trama que salga en las portadas de los
periódicos. Sigue así Rebeca, este programa no deja de ser un concurso y los
fans agradecemos que haya luchas a vida o muerte por enganchar a un granjero. Y
en la recámara tenemos a Betsaida que pronto plantará su físico picassiano en
la granja para confundir más a Jonathan y provocar la guerra definitiva con las
chicas rubias. Enorme, va a ser enorme y muy tétrico.
Gustavo o gaystavo.
Madre mía, Gustavo ha sucumbido en tiempo record a los encantos
descarados de Cristina, la sudaca simpaticona. Lo tiene claro, a este lo cazo.
Él ya la presenta a sus niños como “la novia del papa”. En tiempo record se
ganó a toda la familia, bailó samba con los octogenarios, hizo la
conga con los bakalas del pueblo, se hizo la mejor amiga de las hijas y confesó
“sentirse como en casa”. La imagen de ellos llegando de la mano a la comida
familiar fue espectacular, parecía una película en la que Gustavo volvía de la guerra de la
mano de su mujer. Una sonrisa nerviosa y gigante cruzaba la cara de Gustavo. El descaro monumental de Cristina es algo que me provoca escalofríos y reconozco que me gusta. Gustavo caerá y acabará mal y nosotros seremos terstigos del proceso, culpables indirectos, partícipes de su caída en picado. La
otra pretendienta, Vanesa lo lleva clarísimo. Estamos viviendo una situación similar a la de Alberto de Granjero Busca Esposa 2. Un granjero completamente hipnotizado por
los encantos latinoamericanos y un aluvión de ignorancia para la
contrincante que será velozmente olvidada, rechazada y hasta insultada. Ojalá
Vanesa no sea ignorada, parece maja y no se lo merece. Por ahora una victoria clarísima del encanto latino. Sin embargo la
enigmática carta que recibió Gustavo puede hacer que la seguridad aplastante de
Cristina se tambalee y entonces, empezará la guerra. Por cierto, Gustavo me parece que es
gay.
Román, the great.
Si lo vendieran sería un superéxito, si lo recopilaran, un Grandes
Éxitos. Román es exquisito. Detallista, con don de gentes, querido por los
suyos, es monísimo. Un ser entrañable con un maravilloso tic de risa continua,
2 suegras y un pueblo a sus pies. Por cierto, su pueblo me da un buen rollo
impresionante, quiero ir. Sus calles están llenas de sonrisas, la gente
aplaude, debaten al sol jóvenes y mayores y vitorean a su representante.
Irradia felicidad, muy Berlanguiano también. Una señora dijo una cosa que me
sorprendió, algo así como “aquí les ponemos 2 huevos y un chorizo y listo, el
desayuno de las monjas”, no vino a cuento entonces ni ahora pero quería
reproducirlo. Román parece que duda todo el rato, no sabe si perdió la
virginidad a los 18, 19 o 20. Cuando se pone nervioso por la carta de la
compatibilidad online no sabe si va a estar sin dormir 2, 3 o 4 días. A veces
hace chistes que sólo se ríe él, algo que me encanta, y se nota, por lo que lo
quieren, que es un 10.
¿Y qué me dicen ustedes de las pretendientas? Teresa, de acento
extraño, experta en espejos, mujer de campo que mata cochinos, vacas y pollos
(memorable la frase “pues yo lo agarro y lo mato”) y echada palante como
ninguna, recuerden el beso sonoro que le plantó al bueno de Romaní. Una pena
que no le pongan subtítulos cuando habla, me da la sensación de que nos
perdemos mucho. Y Yessica, mujer-Ñu simpática y también de acento cantarín
propensa al lloro y rallada por no haber tenido experiencias campestres
anteriormente. Los tres forman mi triángulo favorito. Son sin duda, lo mejor y
más prometedor de este Granjero Busca Esposa.
Ya hemos visto a las candidatas, ya conocemos mejor a los
Granjeros, intuímos dramas y escándalos, alguna línea amorosa y luchas de barro femeninas. Pues bien, ¡que
empiece la fiesta! Hasta la semana que viene.
Saludos granjeriles,
Borja Prieto
PD: y ya saben, compartan su amor granjero conmigo en @pepitoprieto